domingo, 23 de mayo de 2010

Medio ambiente vs. Medio del consumo

"Cuando el último árbol sea talado, el último río contaminado y vuestra casa un
vertedero, nos daremos cuenta que el dinero no se come"

El dinero no se come. El proverbio lo explica perfectamente: quien brinda vida y bienestar no es el dinero, es nada más y nada menos que la sabia naturaleza. Esa que solemos tratar de objeto, pues se considera manipulable, dócil, frágil y no se queja. Esa que explotamos e irrespetamos de la manera más hostil posible. Sí, es cierto que comparte sus frutos con nosotros, pero de ahí al arrebato de sus frutos hay una gran diferencia.

Ojalá y solo se tratara de un arrebato. El actual imperio consumista, venerado por muchos, se ha encargado también de modificar su entorno (y hay que reconocer que lo ha hecho muy bien). En los invernaderos, las plantas son sometidas a luz continua para su rápido crecimiento. En las granjas avícolas, las gallinas ni duermen bien por su obligación de solo poner huevos. Incluso, ni las propias especies animales y vegetales pueden elegir su pareja, ya que el humano elige por ellas con tal de "mejorar" la especie. ¿Es, en este momento, la naturaleza dueña de sí misma?

Lastimosamente, el imperio del consumo no conoce la respuesta... o eso creemos. El sacrificio y pesca incidental de un gran número de tortugas baulas recién nacidas es, todavía, una fría realidad debido a los atrayentes beneficios que suponen. Hasta el día de hoy, miles de árboles son talados tan solo para confeccionar unos cuantos cuadernos de escuela, cuando se podrían confeccionar cuadernos con papel reciclado y así salvar cada año uno o más bosques enteros.

El sistema de consumo no conoce límites. La gente, para adaptarse a su nueva y "mejorada" forma de vida, se condena diariamente al insomnio, estrés y ansiedad que significa pagar y pagar. Pagar deudas de otras deudas que conllevan a más deudas. Y ese es el lema de este tipo de sociedad: "Si no tienes nada, no vales nada". El derecho al derroche habla por todos, pero actúa por unos pocos. Y entre más actuen esos pocos, más valen como personas. En otras palabras, entre más bosques y manglares se deforesten para generar zonas de pastoreo, más riquezas ganarás y más persona serás.

El mundo no es una esfera inerte y descartable. A nuestro planeta no se le puede poner precio, cual si fuera mercancía desechable. ¿Porqué mejor no expandir el lenguaje de la naturaleza, en vez de esparcir el pobre lenguaje del consumo desmedido?

De nada sirve saber que poseemos dinero a montones si, al fin y al cabo, acabamos con los recursos que nos alimentan. Cualquier persona puede comenzar, desde ahora, a consumir poco (lo estrictamente necesario) para garantizar la poca naturaleza que nos queda. No pasemos la vergüenza de ser los únicos seres vivos capaces de destruir su propio nicho ecológico.

2 comentarios:

  1. Me parece muy interesante la entrada de María porque nos lleva a reflexionar y dice la verdad. Es lamentable ver, cada día como nos volvemos más egoistas y pensamos sólo en nosostros y no en la naturaleza. Creemos que el planeta es indestructible, pero debido a las consecuencias (cambio climático, contaminación,dsastres naturales, et.)hasta hace poco nos hemos dado cuenta del daño que le hemos hecho al planeta. Creo que el consumismo es una de las principales causas de que nuestro planeta este colapsando. Tenemos que realmente reflexionar y actuar para salvar nustro hogar!!!

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  2. Un ejemplo claro de consumismo en la sociedad es la constante evolución de los modelos de teléfono celular. Todos los aparatos "viejos" muchas veces son tirados a la basura, y todos los componentes de estos son extremadamente dañinos. La buena noticia es que existen compañías como La Bodeguita que se encargan de reciclar este tipo de aparatos electrónicos. La mala noticia es que no mucha gente sabe de ellas. Por otro lado, el consumismo no es el culpable, el que tiene la responsabilidad es el consumista extremo. Necesitamos consumir para sobrevivir, pero no debemos consumir aquello que necesitamos, al menos podríamos buscar las maneras de reducir el impacto en la naturaleza...

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